Con la llegada del nuevo año, llegan los nuevos propósitos. Nunca es tarde para comenzar. Para empezar, por ejemplo, a hablar bien en público.
Pocas satisfacciones más grandes puede tener un directivo como ésta: la de que cuando toma la palabra, le escuchan, se lo pasa bien y…¡convence! Somos lo que comunicamos. Y a menudo comunicamos mal. Lo que redunda en que perdamos oportunidades valiosas. Amigo y amiga lectores: si está elaborando su lista de buenos propósitos para 2013, añada éste: ser mejor orador. No le quepa duda de que le reportará todo tipo de recompensas, siempre y cuando usted se deje asesorar y su fuerza de voluntad acompañe.
(Fuente: Artículo de Miguel Angel Violán en https://www.ejecutivos.es/noticia/33443/Emprendedores-y-Formacion/Todo-es-empezar.html)