El pasado 6 de octubre, destacados líderes económicos, empresariales y políticos han compartido con los directivos españoles sus experiencias y conocimientos para superar los retos de la situación económica actual, reconociendo y respetando los principios éticos y valores morales de nuestra sociedad, en este congreso anual de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos de cuya Junta Directiva y, por tanto, del Comité Organizador del Congreso forma parte el Presidente del Círculo.
Los cambios constantes y complejos que se están produciendo a nivel global, ante un futuro incierto y lleno de oportunidades, deben potenciar la renovación de los valores de las empresas y de sus directivos. Valores instrumentales, que permitan encontrar en el entorno económico, en la evolución de las fuentes de energía, en los procesos de innovación, en los comportamientos de nuestras organizaciones, aquellas palancas de progreso que fundamentan el crecimiento. Y valores personales, que nos permitan volar alto manteniendo el compromiso de generar riqueza y puestos de trabajo liderando organizaciones y equipos con respeto, solidaridad, honradez y lealtad. De la necesidad de avanzar en ambos objetivos hemos debatido en el Congreso, desde una visión global, aprendiendo de los mejores y disfrutando del regalo de la experiencia de quienes son ejemplo en su compromiso diario.
En paralelo, hemos compartido nuestra jornada con quienes tienen la responsabilidad de tomar el relevo. Hemos celebrado el Encuentro “Talento en Crecimiento”, dirigido a jóvenes que inician su carrera profesional, ofreciéndoles la posibilidad de conocer de primera mano la experiencia de ejecutivos de la alta dirección y de compartir inquietudes y proyectos. El futuro estará lleno de oportunidades, y la confianza en el compromiso de los jóvenes constituye una apuesta convencida de los directivos de CEDE.
A Coruña ha sido el escenario de una jornada exclusiva, con diálogo y ponentes de primer nivel internacional., de acuerdo con el resumen de cada una de las sesiones que incorporamos a continuación:
Sesión de Apertura, con Antonio Garrigues Walker –presidente del Senado de CEDE- y Jesús M. Alonso, presidente del Comité Técnico del Congreso.
Vivimos una época compleja y difícil, decía Antonio Garrigues, en la que el estamento directivo-empresarial tiene que tomar un papel más importante en la sociedad orientado a la acción, con algunos problemas macro que tenemos que ayudar a resolver y que bien orientados, pueden transformarse en oportunidades tanto para las empresas como para el progreso de la sociedad: trabajar para corregir la desigualdad social creciente; o las migraciones y simultáneamente el suicido demográfico (envejecimiento de la población) en los países desarrollados, son algunos de los problemas que podemos y debemos ayudar a resolver y que pueden, a la vez, convertirse en las soluciones a algunos problemas estructurales que tenemos.
Antonio Garrigues apuntaba, desde la apertura del congreso, uno de los que se constituyó como eje transversal de muchas de las intervenciones: la responsabilidad social de la empresa como factor clave de competitividad.
En esta misma línea, el presidente del Comité Técnico del Congreso –Jesús Alonso- apuntaba que para salir adelante en este contexto tan complejo, es necesario que las empresas y sus directivos asuman cada día más compromisos con el entorno, como el medioambiental o el compromiso con el desarrollo social –además, lógicamente de crear riqueza y empleo-. Los directivos no podemos olvidar, decía Jesús Alonso, que la ética debe formar parte de nuestro ADN.
Conferencia inaugural: Recuperación y Futuro de la Economía Española. Con Álvaro Nadal, director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno.
Si no mejoramos la competitividad, abrimos más la economía española y nos insertamos en las grandes cadenas de valor añadido, decía Álvaro Nadal, no podremos generar riqueza para repartir, que el crecimiento no empieza en el reparto sino en la competitividad. Y ese concepto es el que explica las reformas estructurales abordadas por el gobierno actual en los últimos años (laboral, financiera, energética, tributaria y administrativa) y que han llevado a que el número de empresas exportadoras haya aumentado un 30% en los últimos tres años en nuestro país, lo que solo es posible mejorando la capacidad de competir de nuestras empresas, tanto en costes como en calidad.
“la dificultad en España –para Nadal- estuvo en cambiar la tendencia”, y destacó algunos datos que avalan su discurso: una inflación por debajo de Alemania y otros países de referencia, un superávit exterior aún en época de expansión, y una demanda externa e interna que van en la misma dirección ascendente por primera vez (vendemos más en el exterior, pero también en el interior), lo que está permitiendo iniciar un proceso de expansión sin proceder a una devaluación –que es, por otra parte, imposible desde que decidimos estar en el euro-“.
Primer panel: Energía, agua y tecnología; el reto de la sostenibilidad. Con Rosa García, Presidenta de Siemens España; Angel Simón, Presidente ejecutivo del Grupo Agbar; Rafael Villaseca, Consejero Delegado de Gas Natural Fenosa; con John M. Scott, Presidente de KPMG como moderador.
Con este título, la primera mesa redonda de la jornada abordó la incesante evolución de las fuentes de energía y los recursos naturales, lo que supone un desafío y una oportunidad para el crecimiento sostenible de las empresas y la sociedad, que demanda cada vez más propuestas comprometidas con los valores del respeto del medio ambiente y que aseguren un presente y un futuro sostenible.
Los ponentes, además, se introdujeron en la relación entre la energía y las nuevas tecnologías.
Comenzó Rosa García, que se preguntó desde el punto de vista de la responsabilidad «¿cómo vamos a ser capaces de responder a las nuevas necesidades de un mundo con muchas más demandas dejando a su vez un planeta mejor y más consistente para nuestras próximas generaciones?.» Desde el punto de vista de la empresa García aseguró que el empresario «tiene que comprender y asumir el coste que esto le va a conllevar. Hay que generar energía más limpia pero también tratar de que los costes para las empresas de generación de energía sean menores», lo que exige invertir más en I+D+i con una focalización importante en tecnología, que pretende optimizar el consumo contribuyendo de manera relevante a la mejora de la eficiencia.
En este punto, la presidenta de Siemens destacó el movimiento imparable hacia la digitalización y el “internet de las cosas” que ya es una realidad, y cada empresa debería hacer la reflexión sobre si está bien posicionada para aprovechar las nuevas oportunidades que sin duda se van a producir o si, por el contrario, está dispuesta a perder el tren del futuro.
El presidente ejecutivo del Grupo Agbar, Ángel Simón, hizo hincapié en la necesidad de alcanzar un acuerdo global para conseguir un desarrollo sostenible, y destacó con varios datos los millones de personas en el mundo que aún no tienen acceso al saneamiento ni al agua potable. «Los objetivos del desarrollo sostenible tienen que ser globales. Y de estos acuerdos resultantes se tienen que deducir una acción individualizada, para que cada empresa pueda implementarla».
Y como la presidenta de Siemens, hizo énfasis en la importancia de la tecnología en el desarrollo, “la reducción de stress hídrico –decía- vendrá básicamente por la tecnología”. Se necesita tecnología disruptiva que permita depurar sobre el terreno agua residual o disponer de agua potable en los países menos desarrollados.
Por último, el consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, ahondó en los argumentos de sus compañeros de debate asegurando que la energía «debe ser eficiente ambientalmente, rentable empresarialmente y que también sea capaz de dar un servicio de seguridad de suministro. Estos tres elementos tienen que estar presentes al plantearse cuestiones energéticas», lo que resulta difícil en la situación actual en nuestro país, con un deterioro claro de los costes energéticos para las empresas debido a que desde 2008 se han añadido a los costes de luz, otros que no tienen que ver con el recibo (energías renovables, bonificaciones sociales, etc.), de manera que hoy la mitad del recibo de la luz no responde ni a costes de generación ni de transporte.
Respecto a expectativas en el futuro próximo sobre la estabilidad de la energía, Rafael Villaseca apuntaba que esperamos tiempos volátiles condicionados por tres factores: entorno muy cambiante; los problemas asociados con el cambio climático potenciarán las intervenciones públicas sin que podamos anticipar cómo impactará en las empresas; e incremento de la demanda muy notable por parte de los países hoy emergentes y los menos desarrollados.
Todos los ponentes de la mesa redonda se refirieron a la importancia de la próxima cumbre sobre cambio climático que se celebrará en Paris antes de que finalice 2015. Y en este sentido Villaseca comentó que detrás de las decisiones que se tomen habrá consecuencias muy grandes para las empresas españolas. «Cómo reaccionar. Con políticas de eficiencia, pero que las intervenciones públicas para conseguirlo no distorsionen el funcionamiento del mercado energético». Villaseca también avisó que va a ser necesario aprender a convivir con unos costes de energía que se van a sufrir de manera distinta según la zona.
El movimiento hacia la digitalización apuntado por Rosa García, y el compromiso social cada día más evidente en las empresas que quieran tener futuro, como apuntaba el presidente ejecutivo de Agbar, son dos claves imprescindibles de ese futuro.
Segundo panel: Dónde innovar en un futuro próximo. Con José Mª Álvarez-Pallete, consejero delegado de Telefónica; Ángeles Delgado, directora general de Fujitsu para España; Cristina Garmendia, presidenta de COTEC; y Francisco Reynés, consejero delegado de Abertis: Actuando como moderador Fernando Ruiz, presidente de Deloitte.
Inició el panel el moderador haciendo énfasis en que la innovación es una palanca imprescindible para creación de riqueza, que requiere la implicación tanto del sector público como del sector privado, y en España tenemos mucho camino por recorrer. Estamos en el 1,3% del PIB en innovación, del que solo el 53% es aportación privada, frente al 3,5% de Japón, 2,9% de Alemania o 2,5% de Francia (el 65% es asumido por la empresa privada), con una media en Europa del 1,9%.
La innovación, decía Fernando Ruiz, es inversión, pero requiere también actitud para aprovechar todas las oportunidades.
Al respecto, el primero de los ponentes, José Mª Álvarez-Pallete, afirmaba que la innovación ya no es una opción sino una obligación, una necesidad, cuya función ha sido potenciada por la revolución tecnológica que estamos viviendo y que en realidad no ha hecho más que empezar, de manera que los cambios que se producen no son solo continuación de la situación anterior sino, en el caso de las empresas, en muchas ocasiones suponen disrupciones que pueden aparecer en cualquier momento, por cualquier canal y en cualquier lugar, rompiendo una cierta estabilidad anterior (la mayor compañía de coches del mundo, decía, no tiene coches –por UBER-, por ejemplo).
Y la tecnología tiene mucho que aportar. Con la globalización, el futuro de las empresas se juega en gran medida en la gestión adecuada de la información, sobre lo que el Consejero Delegado de Telefónica indicaba que el futuro próximo supondrá una multiplicación del tratamiento de datos (11 veces en cinco años) para convertirlos en información útil para la toma de decisiones, lo que debe potenciar el uso del internet de las cosas y el bigdata.
Por su parte, la directora general de Fujitsu España insistía en que en España tenemos mucho talento investigador, pero tenemos que ponerlo a trabajar correctamente, todos juntos: administración, empresa privada, institutos tecnológicos, universidades, etc. Y no solo en producto/servicio; también en modelos de negocio, como ya está ocurriendo en muchos proyectos de economía colaborativa. La innovación tenemos que abordarla cada día más desde la colaboración (cocreación) con clientes, proveedores, con el mercado.
Preguntarnos periódicamente ¿cómo cambiará nuestro modelo de negocio?, ¿Quiénes serán nuestros nuevos competidores?, ¿cómo impactará el nuevo paradigma en nuestro negocio?, ¿estamos preparados para hacer frente a los nuevos retos?, ¿tengo o estoy buscando el talento adecuado para competir?, son cuestiones fundamentales que debemos contestar para ver con una cierta tranquilidad el futuro de nuestra empresa, desde la seguridad de que la innovación es fundamental para todas las empresas de todos los sectores (puede cambiar el grado y el ritmo de los impactos de la transformación, pero afectará a todos, y los que no se adapten, no seguirán).
“Nunca perdáis la pasión por la investigación y el desarrollo” fue el mensaje del primer Presidente de Fujitsu a sus empleados en la fundación de la empresa en 1935.
«Innovar en la manera de innovar» es el eje que la Fundación COTEC para la Innovación está tratando de implantar en su forma de trabajar para hacer realidad el concepto de Innovación (“Todo cambio basado en el conocimiento que genera valor, tanto empresarial como social”) según explicaba su presidenta, Cristina Garmendia, cuyo objetivo es pasar de la reflexión a la acción.
En España tenemos algunas deficiencias que en opinión de Cristina Garmendia es necesario corregir: la financiación correcta de la innovación y la transferencia de conocimiento y la educación (con un 26% de abandono escolar es muy difícil avanzar; además de una escasa cultura de colaboración), y una limitación: el pequeño tamaño de nuestras empresas (más del 96% tienen menos de 10 empleados, lo que hace difícil que puedan abordar innovaciones relevantes)
Garmendia aclaró que el cambio que se está produciendo actualmente no es solo tecnológico, hay cambios geopolíticos, migratorios… que nos obligan a tenerlos muy en cuenta. Haciendo un símil entre la innovación y el deporte la presidenta de COTEC explicó que la innovación, al igual que el deporte, es una actitud saludable, y si se incentiva y se entrena mucho mejor. Para innovar no solo hacen falta expertos, en opinión de Garmendia. Junto a ellos también hay que contar con los influenciadores (los que dan voz) y facilitadores (muchos en el sector público) que permiten que las cosas puedan llegar a hacerse. «Estas tres partes tienen que formar parte del cambio». Y centrarnos en los más jóvenes, que son los que tienen que seguir haciendo el cambio.
Por último, el consejero delegado de Abertis Infraestructuras, Francisco Reynés, puso de relieve que la innovación no significa solo éxito, hay antes muchos fracasos detrás. «La necesidad de innovar va asociada al riesgo. «Si hay algo que necesitamos cambiar en nuestra cultura es el penalizar el fracaso. Tenemos que incentivar, con un riesgo controlado, la asunción de alternativas y la experimentación de otras opciones. No hay innovación sin fracaso».
El cuestionamiento permanente, la libertad para proponer, la asunción de los riesgos y el respeto absoluto a personas, instituciones y a la historia de la compañía, son las claves, en opinión de Francisco Reynés, para fomentar la innovación en las empresas.
Acto Institucional, presidido por S.M. El Rey.
Con participación de Alberto Núñez-Feijoo, Presidente del la Xunta de Galicia; Ana Pastor, Ministra de Fomento; Xulio Ferreiro, Alcalde de A Coruña; Valentín González, Presidente de la Diputación de A Coruña; Isidro Fainé, Presidente de CEDE.
Abrió el acto el presidente de CEDE, Isidro Fainé, y lo hizo con una referencia a la importancia de compartir para progresar, de lo que la Confederación es un excelente ejemplo, y a los jóvenes que en estaban realizando su congreso paralelo “Talento en crecimiento” y en ese momento se incorporaban por circuito cerrado de televisión a la sesión del Congreso CEDE, manifestando que aunque suene a tópico, la verdad es que los jóvenes son el futuro y es nuestra responsabilidad ofrecerles una gran educación, en la que tiene gran importancia el conocimiento del mundo empresarial, uno de los pilares de nuestra sociedad.
Inmediatamente comenzó a compartir algunas ideas sobre qué supone vivir en un mundo global y qué valores son los más importantes para prepararnos para esta nueva realidad.
Isidro Fainé apuntaba que vivir en un mundo global significa manejar necesariamente mucha información; ser protagonistas de un ritmo de cambio en constante aceleración; convivir, trabajar y hacer negocios con personas de todas las culturas, lo que exige una actitud abierta, así como una mente disciplinada, sintetizadora, creativa, respetuosa y ética, de acuerdo con el concepto acuñado por el creador de la teoría de las inteligencias múltiples Howard Gardner.
Disciplinada, en tanto que observa, analiza y sopesa información para tomar decisiones y espera el momento para actuar.
Sintetizadora, porque la vida es como una madeja de hilo que tenemos que desenredar. Interpretar la realidad es más que acumular conocimientos.
Creativa: solo los innovadores tienen éxito; ser expertos y creativos es imprescindible.
Respetuosa y ética, fundamentales para mantener relaciones adecuadas con todos los colaboradores y otros grupos de interés en la empresa, partiendo de la premisa de que la diversidad es hoy la situación normal en las empresas. Es necesario hacer las cosas dando sentido a nuestros actos.
Para los líderes de empresa la dificultad es mayor porque tienen que movilizar a sus equipos gestionando diferentes palancas que tienen que compatibilizar (desarrollo profesional, respeto a sus colaboradores, salario justo, clima laboral, motivación de equipos, ejemplo de comportamiento directivo, …), desde la convicción de que dirigir no es mandar, sino educar, dar ejemplo, ayudar a crecer a sus colaboradores. Decía Isidro Fainé “el liderazgo atrae a las personas hacia la meta en lugar de empujarlas, con valores personas coherentes con los valores corporativos de la empresa”. Y no es una característica innata, sino fruto del hábito de hacer las cosas bien, que la autoridad no se impone, se gana con coherencia.
En este concepto, no solo importa lo que la empresa hace y cómo lo hace, sino por qué lo hace, y dando sentido al trabajo de cada uno de los colaboradores se consigue una empresa unida en torno a objetivos comunes que permiten a los colaboradores alcanzar sus objetivos individuales razonables.
Ganarse la autoridad, decía el presidente de CEDE, es un proceso largo que, sin embargo, se puede perder rápidamente si no se explican claramente las cosas, se hace un uso injusto del poder, se hace un uso inútil del poder, o no se hace uso del poder cuando debería hacerse (las claves ABC de Warren Buffet: Arrogancia, Burocracia, Complacencia).
Tras las intervenciones en clave fundamentalmente autonómica, provincial y local del Presidente de la Xunta de Galicia, del de la Diputación de A Coruña y del Alcalde de la ciudad, centradas en resaltar las capacidades económicas y empresariales de Galicia, intervino la Ministra de Fomento, Ana Pastor, que señaló que la sociedad necesita personas honestas, preparadas, comprometidas e ilusionadas en hacer una sociedad más justa y solidaria, destacando tres valores básicos que conforman la ética, tanto en las empresas como en la Administración: Integridad, conducta intachable, fuera de toda duda razonable; Laboriosidad, dedicación a nuestro trabajo; el éxito suele ser producto de la constancia, no de la improvisación o del azar; Lealtad, con el otro, con el proyecto, con la empresa, … con uno mismo.
S.M. El Rey S.M.
El Rey recordó que hace 14 años clausuró el primero de los congresos de CEDE en Madrid. «Durante todo este tiempo he podido comprobar cómo CEDE ha escogido siempre temáticas verdaderamente oportunas entre las que no han faltado la innovación, para competir; la internacionalización, para alcanzar más mercados y acceder a flujos de financiación; la globalización, como realidad imparable que condiciona todo y ha alterado todos los parámetros clásicos de funcionamiento de la economía y la comunicación en el mundo; la gestión del cambio o la asunción de lo que suponen los nuevos negocios y las nuevas demandas y sensibilidades sociales; y otros muchos temas relevantes para vuestra labor y sobre el entorno o las circunstancias del momento en que la desarrolláis».
En esta edición, continuó S.M. El Rey, «os habéis centrado en los valores del directivo en la agenda global, es decir, en cómo afrontar esta agenda guiándoos en todo momento por los principios que os definen y dignifican como personas y como miembros de la sociedad. Me atrevo a decir que acertáis plenamente con este punto de vista, porque la fidelidad a los valores no es algo que quede restringido a los ámbitos personales y de la moral, sino que, sin lugar a dudas, influye decisivamente en los logros más tangibles y profesionales».
Las expectativas económicas son cada día más complejas y condicionan el bienestar de nuestra sociedad y el papel que España pueda desempeñar en el mundo. El futuro «habrá de conquistarse más allá de nuestras fronteras y en nuevas e imprevistas oportunidades». S.M. El Rey destacó tres ejes fundamentales que inciden decisivamente en la viabilidad económica de la actividad empresarial, en un mundo tan tecnológico, cambiante y globalizado: ‒ La atención urgente que es necesario prestar a la sostenibilidad. ‒ La innovación permanente, que es actualmente ya algo imprescindible. ‒ La emergencia y la exigencia de atención a los valores sociales que condicionarán la convivencia y la dinámica de los mercados.
«Abordar el concepto de sostenibilidad requiere que se consideren las nuevas oportunidades que surgirán al tratar de aunar competitividad, desarrollo humano y preservación de la naturaleza», aseguró. Sobre la innovación, S.M. El Rey afirmó que los nuevos negocios serán muy diferentes de los que conformaron las sociedades industriales del pasado. «En estas nuevas maneras de producir, de vender y consumir, la anticipación, los esfuerzos innovadores y la calidad en el desempeño empresarial serán herramientas principales.» «En relación con la internacionalización, para que su alcance no quede restringido a una globalización financiera y comercial, es preciso cimentarla en el saber hacer de las empresas que buscan expandir sus mercados con el conocimiento y la excelencia en la gestión de los negocios. En lo que atañe al mejor aprovechamiento de la experiencia profesional, resulta fundamental favorecer el necesario diálogo intergeneracional entre directivos jóvenes y veteranos, y no desperdiciar ningún talento, no orillar ninguna inquietud emprendedora por juvenil que sea. Ésta es la manera de aprovechar todas las potencialidades».
El lema del Congreso, Valores del directivo para la agenda global, incorpora para S.M. El Rey «una concepción del quehacer directivo que no se limita al logro de legítimos resultados empresariales y al mejor aprovechamiento de las oportunidades de los mercados, sino que encierra también la necesidad de tener muy en cuenta los criterios, reglas y maneras con que se encara cada iniciativa empresarial». «Las empresas y la sociedad pueden confiar en este talante directivo que va más allá de una visión económica y empresarial, y que se refuerza al ponerse de manifiesto la gran aportación que representan el buen hacer, la competencia profesional y la ejemplaridad en los comportamientos. Esto hace que la acción directiva tenga que seguir cimentándose en la tenacidad, el esfuerzo y el ejemplo, además de ejercerse con la sobriedad, eficacia y autoexigencia de siempre», continuó S.M. El Rey en su intervención, que concluyó con un último mensaje dirigido a los directivos presente. «España cuenta con un excelente cuadro de directivos y gestores empresariales del que CEDE es muy buena muestra. Os felicito por vuestra profesionalidad pero, sobre todo, por buscar ejercer vuestra actividad a partir de un sólido compromiso con el interés general y con vuestros conciudadanos».
Tercer panel: Inteligencia social y valores. Con Adela Cortina, catedrática de la universidad de Valencia; Jaume Giró, director general de la Fundación Bancaria La Caixa; Javier Gomá, filósofo y escritor. Un panel moderado por Pepa Buena, periodista.
Durante su primera intervención, Cortina ha asegurado que para las empresas «no es rentable no ser ética, al menos a medio y largo plazo; a corto plazo puede generar algún beneficio pero esa actitud va generando mala reputación, se pierde confianza y se acaban marchando lo clientes». Cortina añadió: «Además es que una empresa que no es ética es una mala empresa.»
Estos momentos de grandes transformaciones, así como las incertidumbres que generan, requieren definir nuevos talantes con los que hacer frente a los cambios incesantes, sin renunciar a los valores del desarrollo personal y la calidad de vida colectiva. El creciente impacto de la tecnología y la transformación de los canales de comunicación en los mercados y en la vida social, requieren un mayor esfuerzo de las empresas y de sus directivos. A ello hay que sumar el cuidado y el respeto por los principios en que se fundamenta el desarrollo social, la sostenibilidad de nuestras sociedades y la gobernanza de los mercados.
La catedrática de la Universidad de Valencia también reconoció que actualmente hay mucha más demanda en las empresas de necesidades éticas, de auditorías éticas. La gran tarea para el siglo XXI es tomar en serio los valores éticos en las empresas; los ciudadanos valoran cada día más que la empresa se preocupe de todos sus grupos de interés. «Y cada día los ciudadanos vamos madurando más, y exigimos más. La empresa inteligente es la que cuida todos estos factores, y aumentará su probabilidad de ser rentable y tener éxito en el futuro» porque la meta de las empresas es ayudar a crear buenas sociedades.
Javier Gomá abordó en la mesa redonda el valor de la ejemplaridad, «la consciencia de que todos somos ejemplos para todos y que la verdad moral se aprende a través del ejemplo». Filósofo y escritor asegura que existen valores históricos, estructurales, pero otros se descubren con el tiempo, como la igualdad y también la paz. O la persuasión (Gomá apuntaba que estamos pasando de una sociedad jerárquica a otra en que el valor es la persuasión; la palabra es “inspirar”, que es lo que nos hace dignos de confianza.
El director general de la Fundación Bancaria “la Caixa”, Jaume Giró, reflexionó sobre el concepto de inteligencia social, algo que en el pasado «asociábamos a la intuición y la experiencia», y que ahora identificamos con la “facultad para entender mejor el entorno para cooperar y que coopere con nosotros”. Aunque para Giró es un valor neutro, depende del uso que se haga de él podrá generar beneficios o perjuicios ‐sociales‐. Con la crisis, decía Giró, las personas ven cosas que no les gustan, lo que hace más necesario que nunca el alineamiento de los valores de la empresa con los de la sociedad.
Giró también habló sobre la internacionalización de las empresas y confirmó que este proceso influye directamente en los valores empresariales. «Las compañías tienen valores generales y otros propios de cada empresa. Los valores cambian a lo largo de la historia en función de la cultura, pero también lo hacen en los procesos de internacionalización», adoptándolos e incorporándolos de los lugares en los que se instala una empresa.
Cuarta sesión: Inditex, un modelo de crecimiento sostenible. Con Pablo Isla, Presidente de Inditex. Presentado por Ramón Adell, Vicepresidente de CEDE.
«El objetivo de Inditex es que en el año 2020 todas sus tiendas en el mundo sean ecoeficientes», aseguró el presidente del imperio creado por Amancio Ortega, Pablo Isla, en su ponencia. Actualmente el 50% de las tiendas de todo el planeta ya son ecoeficientes, más de 3.000, según Isla, en cuestiones de materiales usados, emisiones de CO2, uso de agua reciclada, etc. Estos criterios de sostenibilidad se emplean en cada nuevo comercio abierto y en todos los que se reforman, aludiendo a la importancia que la compañía dedica a esta cuestión y que figuraba en el título de la ponencia: ‘Inditex: un modelo de crecimiento sostenible’.
El modelo de crecimiento internacional de Inditex incorpora como elemento clave la variable de la sostenibilidad, por la que se consideran estratégicos todos los aspectos sociales y medioambientales que intervienen en la cadena de valor y que se han de compaginar competitivamente con las exigencias de su modelo productivo en permanente innovación. Esta variable abarca todas las facetas de la empresa: empleados –con una cultura interna muy sólida‐, clientes, proveedores o instituciones de los 88 mercados donde está actualmente presente. El vicepresidente de CEDE, Ramón Adell, fue el encargado de presentar a Pablo Isla, «uno de los grandes ejemplos de calidad de los directivos españoles», como le definió aportando el dato de que recientemente la Universidad de Harvard lo ha elegido entre los 15 mejores directivos del mundo. Adell hizo un repaso de la empresa Inditex: en los últimos 10 años ha multiplicado por 7 su valor, siendo la primera empresa de España por capitalización; ha alcanzado la cifra de más de 6.700 tiendas en 88 mercados de los 5 continentes, generando empleo a más de 140.000 personas.
Isla (que fue nombrado por Amancio Ortega consejero delegado el 15 de julio de 2005) comenzó su intervención afirmando que si algo caracteriza a Inditex «es que constantemente estamos viendo cosas que mejorar. Nos motiva en nuestro trabajo ofrecer el mejor servicio a los clientes, contribuir al desarrollo de nuestros trabajadores y también a la sociedad en la que estamos. Para el presidente de Inditex la clave del éxito son las personas que hacen todo esto posible. «Inditex es el resultado del trabajo de más de 140.000 personas en todo el mundo, de su compromiso, ilusión y esfuerzo constante.»
Isla separó su intervención en dos partes: una primera en la que se refirió al modelo de crecimiento sólido y una segunda centrándose en el modelo de crecimiento sostenible. En la primera de ellas, Isla realizó un repaso al modelo Inditex desde el punto de vista organizativo y de modelo de negocio. Destacó que la evolución de las ventas, número de tiendas, creación de empleo… ha sido muy sostenido en los últimos 5 años. «El sistema multiformato es uno de los verdaderos éxitos de Inditex», aseguró Isla, refiriéndose a los 8 formatos que conforman la empresa y que tienen mucha relevancia por sí mismas, aunque Zara sea la más grande y conocida.
Según Isla, el modelo de negocio de Inditex es contrario a lo que tradicionalmente se venía desarrollando en el sector de la moda. Para la empresa fundada por Amancio Ortega hay 4 piezas clave: «la tienda (física y online) para captar lo que quiere el cliente; el diseño, desarrollando esas piezas que nos pide la gente; los proveedores, muy integrados con nosotros que permite una rápida capacidad de reacción; y después la logística, muy eficiente y que pone rápidamente el producto de la calle.» «No hay una sola semana del año en la que no se tomen decisiones de productos», aludiendo al sistema tradicional donde había dos campañas al año muy diferenciadas en la moda, y remarcando que es una dinámica de trabajo muy exigente. Isla declaró que Amancio Ortega tenía siempre muy claro la necesidad de internacionalizarse, y de ahí la apertura de su primera tienda, en Oporto, en 1988. «No hay barreras en nuestro sector y es tremendamente competitivo. Aunque hasta finales de los 80 no teníamos tiendas fuera de España la salida al extranjero era una cuestión necesaria y pensada, pese a ser una empresa aún muy joven.» En 2014 Inditex tenía ya 6.683 tiendas en 88 mercados. «Es importante tener en la cabeza esta globalidad», añadió.
Otro de los factores que Isla considera clave para Inditex es la integración entre la tienda online y física. En 2007 inició su actividad en Internet y el crecimiento del negocio online ha sido muy rápido. Y por último, en la primera parte de su intervención sobre el modelo de crecimiento sólido, Isla se refirió a la inversión, «un tema clave en la empresa para poder continuar creciendo en el futuro. No solo con la apertura de tiendas, también con la logística, la mejora de la tecnología…», asegurando que cada año Inditex destina una importante cantidad de sus beneficios a inversión.
Modelo de crecimiento sostenible
Sobre el modelo de crecimiento sostenible Isla aseguró que es una cuestión fundamental para Inditex y está perfectamente integrado en la empresa. «Vendemos en todo el mundo y hay cuestiones de seguridad y de salud del producto que varían según qué países. Nosotros recogemos los requisitos más exigentes de cada lugar y a esos les hemos añadido otros propios para conseguir nuestro propio estándar», declaró. Isla repasó cuestiones de sostenibilidad, de reciclaje, de acción social (con proyectos propios de Inditex o con terceros), de medio ambiente o seguridad laboral, y no solo de Inditex sino de toda su cadena de producción. La creación de empleo es una de las mayores labores de Inditex, tanto el directo como el que provoca indirectamente en España entre sus proveedores teniendo la sede en nuestro país. Isla recalcó también la política responsable de empleo y el alto valor que se le da a la promoción interna. El presidente de Inditex terminó su intervención aludiendo a los 500 jóvenes que estaban escuchando la ponencia con un vídeo dedicado a ellos, donde se podía comprobar elementos como la pasión, el compromiso, la identificación de los trabajadores con la empresa. «Pone de manifiesto cómo toda la empresa está orientada hacia lo comercial, y refleja los valores y la forma de trabajar que tenemos».
Quinto panel: Galicia en el mundo. Con Francisco Botas, consejero delegado de Abanca; Amancio López, presidente del Grupo Hotusa; Ramón Villares, presidente del Consello da Cultura Galega. Moderado por Antonio Garrigues Walker, presidente del Senado de CEDE.
Los ponentes trataron de desgranar los objetivos y expectativas que tiene hoy Galicia en su creciente proyección en unos mercados globales cada día más competidos y exigentes. El presentador y moderador de la sesión, Antonio Garrigues, aludió a la tradición de Galicia como uno de los mejores ejemplos de internacionalización para que su experiencia pueda ser inspiración para otras muchas empresas y conglomerados productivos ubicados en un mismo territorio.
En opinión de Amancio López, «para entender el mundo actual es necesario manejar los factores de globalización y el mundo digital. Todo el mundo compite con todo el mundo, es un mercado global de amenazas pero también de oportunidades».
El consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, hizo hincapié en la importancia del equipo humano local de la empresa y en la responsabilidad social de la empresa, en «mantener y fomentar la internacionalización de Galicia, ser puente de las inversiones que se generan y atraer talento con visión global y conocimiento local».
Ramón Villares, como presidente del Consello da Cultura Galega, recalcó el importante papel que tiene la cultura como «amalgama para toda proyección al exterior» y recordó que el gallego siempre «ha tenido la virtud histórica de devolver a Galicia parte de las ganancias y beneficios de lo emprendido en el extranjero».
Sexto panel: El regalo de la experiencia, Con César Alierta, presidente de Telefónica; y Carlos Slim, presidente de la Fundación Carlos Slim. Panel moderado por Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa.
El tono informal con que se abordó el panel permitió entrar en temas importantes de gestión de una manera fácil y muy accesible para todos los asistentes.
En este marco, Slim aseguró en un momento de su intervención que todos los tiempos «son buenos para quien tiene confianza y ganas de trabajar». Alierta por su parte aseguró que para ser global «es necesario ser ‘multidoméstico’ (local y global, pero fundamentalmente local). La fuerza que tenemos en Telefónica –dijo- es el conocimiento local de los mercados. No veo posible ser global sin ser local».
Sobre las empresas españolas Alierta dijo que España «tiene una posición única espectacular» con los 1.000 millones de consumidores potenciales que posee, 500 en América Latina y otros 500 millones en Europa, además de despertar el interés asiático por nuestra posición de cercanía con América Latina. «De ahí la internacionalización de muchas empresas españolas en los últimos años, aunque creo que aún hay otras muchas de tamaño medio que tienen que salir al extranjero».
El presidente de Telefónica quiso dirigirse especialmente a los 500 jóvenes que seguían con interés el encuentro dándoles un consejo concreto: «La clave del éxito siempre es rodearse de gente más brillante que tú» porque no estamos viviendo una época de cambios, sino un cambio de época con un nuevo paradigma marcado por la sociedad de las personas. Ilusión y formación continua fueron otras de sus recomendaciones (“con un 70% de información, toma la decisión –decía-, si no, no la tomarás nunca”).
Alierta quiso poner de manifiesto el problema de la digitalización en Europa y América Latina. Según el directivo, EEUU va por delante 3 o 4 años en la digitalización y eso es debido a un problema de regulación, que no solo acaba afectando a las empresas sino también a las personas. Alierta aseguró que las empresas van siempre por delante de los reguladores y que en el tema de la digitalización es urgente que Europa y América Latina cambien su regulación. «Las empresas que no se digitalicen acabarán muriendo».
Carlos Slim coincidió con Alierta en que la educación de las generaciones del mañana en el mundo digital es aún insuficiente. El empresario mexicano explicó al público asistente algunas de las claves que él considera fundamentales para el éxito de una empresa. «Lo más importante es la formación de un equipo humano, interno, que se desarrolle en la empresa y que se identifique con ella», comenzó afirmando. «Tener estructuras simples; flexibilidad y rapidez en las decisiones; no vivir con miedos ni con culpas; los problemas son cobardes, cuando uno los enfrenta huyen; es importante aprender de los errores, pero sobre todo de los errores de los demás. El error es necesario pero hay que tratar de que sea lo más pequeño posible», añadió.
Slim resaltó como uno de los principios clave «invertir y reinvertir los recursos. El dinero que sale de las empresas se evapora. En los momentos de muchas ganancias hay que aprovechar para capitalizar y acumular el dinero, para cuando venga tiempos peores», y añadió que la inversión se convierte en un elemento básico para poder modernizarse.
En un discurso siempre optimista Slim no tuvo dudas al afirmar que todos los tiempos «son buenos para quien tiene ganas de trabajar y confianza en sí mismo. Y sobre cuestiones de responsabilidad social el presidente de la Fundación Carlos Slim aseguró que los empresarios, «gracias a nuestra experiencia y posición, podemos resolver problemas sociales con mucha eficacia, no a base de donativos sino implicándonos nosotros mismos en las causas».